Retrospectiva Mindfulness

Según la definición de la guía SCRUM, el propósito de la restrospectiva sprint es planificar formas de aumentar la calidad y la efectividad. El equipo scrum inspecciona cómo fue el último sprint con respecto a las personas, las interacciones, los procesos, las herramientas y su definición de terminado. Los elementos inspeccionados suelen variar según el ámbito del trabajo. Se identifican los supuestos que los llevaron por mal camino y se exploran sus orígenes. El equipo scrum analiza qué salió bien durante el sprint, qué problemas encontró y cómo se resolvieron -o no- esos problemas. El equipo scrum identifica los cambios más útiles para mejorar su efectividad. Las mejoras más impactantes se abordan lo antes posible. Incluso se pueden agregar al sprint backlog para el próximo sprint.

La retrospectiva scrum concluye el sprint. Tiene un tiempo limitado a un máximo de tres horas para un sprint de un mes, para sprints más cortos el evento suele ser de menor duración.

Realmente es uno de los eventos que más conecta con el empirismo y con aprender de la propia práctica. El momento del hansei [reflexión] para iniciar el kaizen [mejora continua]. Hay equipos que, a veces, quieren pasar por este evento de forma apresurada o usarlo como comodín en caso de no haber conseguido terminar a tiempo el sprint. Otros lo usan para quejarse constantemente, otros no la hacen por miedo o por no tener las herramientas adecuadas para tratar temas delicados y por tanto lo evitan.

Para aquellos que están familiarizados con el mindfulness es un evento perfecto para poner en práctica muchas de las actitudes

1.- Observar lo que hicimos durante el sprint con mente de principiante, estando atentos a
cómo hemos trabajado en equipo y qué aspectos podemos pulir.
2.- Aceptar los hechos tal y como son, sin restarle importancia ni magnificándolos,
sino describiendo con naturalidad aquello que debemos mejorar.
3.- Valorar cada avance por mínimo que sea teniendo paciencia para
corregir aquello que debemos mejorar.
4.- No juzgar al resto de participantes del equipo, valorando los hechos pero no a las personas,
pues cada uno ha dado lo que podía con la información que tenía en ese momento.
5.- Agradecer a todos los miembros del proyecto su contribución.
6.- Soltar hábitos improductivos o contraproducentes
para el equipo y abrirnos a crear hábitos nuevos.
7.- Empatizar con aquellos que puedan sentirse juzgados
por estar más cerca de los aspectos negativos.
8.- Confiar en que la maestría se consigue paso a paso y
que el error forma parte del proceso de aprendizaje.

Cuando nos juntamos para hablar de qué podemos mejorar, es muy probable que toquemos aspectos sensibles para otros y, para hacerlo de forma constructiva, crear un red psicológica de seguridad es un aspecto clave. Esta es la base para hablar de forma abierta y transparente, para tomar conciencia, desarrollar nuevos puntos de vista y definir acciones que nos permitan mejorar.

Practicar la actitudes mindfulness, puede ser de gran ayuda para los scrum master.

 

por Lino Pazó | Director de XHERPA