14 Nov Qué significa el miedo?
Tal y como te explicamos en este post, la misión principal de nuestro sistema nervioso es, básicamente, mantenernos vivos. Para ello, está especializado en la detección continua de amenazas. La respuesta ante ellas está programada biológicamente y regulada por el sistema nervioso autónomo. La emoción primaria ante una amenaza es el miedo. Pero no muchas veces tenemos claro qué significa el miedo. Lo más fácil es decir que es una herramienta del cuerpo para garantizar la supervivencia, pero hoy vamos a ir un poco más lejos. Según la psicología, existen dos tipos de miedos:
- Evolutivos. Surgen en la infancia y la adolescencia. El cuerpo los genera con el objetivo de favorecer nuestra supervivencia. Son los típicos miedos a a la oscuridad, a los extraños, a la separación de los padres, etc.
- Condicionados: Son los miedos aprendidos por nuestras experiencias individuales a lo largo de nuestra vida. Pueden ser a un animal o a quedarnos encerrados en un ascensor, por ejemplo.
Son varias las áreas cerebrales implicadas en la sensación de miedo. Algunas son:
- Amígdala: Funciona como un radar para detectar posibles amenazas.
- Ínsula bilateral: Integra información cognitiva, sensaciones fisiológicas y realiza predicciones. También procesa información y emociones que provienen de la amígdala.
- Corteza cingulada anterior dorsal: Produce el aprendizaje del miedo y conducta de evitación. Del mismo modo, aumenta la atención ante un estímulo.
- Corteza prefrontal dorso-lateral: Participa en la regulación emocional del miedo. Ayuda a distinguir los estímulos amenazantes de los seguros.
Si nuestro sistema nervioso central funciona de forma equilibrada, ante una amenaza real [p.ej. un coche se acerca a gran velocidad hacia nosotros] produciría una respuesta rápida para evitar la amenaza mediante la activación del sistema simpático. Estas respuestas podrían ser correr o apartarnos. Una vez pasada la amenaza, volvería a su estado de equilibrio mediante el sistema nervioso parasimpático.
Pero si este sistema no funciona correctamente, el miedo se convierte en un problema: se podría activar ante situaciones que no deberían generar temor. Podría anticiparse a amenazas que no existen o son poco probables y el sistema de respuesta podría mantenerse activo sin una amenaza cercana.
Pero entonces… ¿cómo sé si mi sistema de respuesta está desequilibrado?
Algunas de las características son:
- Psicológicas: pesimismo, pensamientos recurrentes, anticipación constante, sensación de miedo continua, ansiedad, estrés o psicológico.
- Fisiológicas: Cortisol elevado, hipertensión arterial, taquicardias, alteración de la respiración, contracturas, dolor muscular, glucosa elevada en ayunas o colesterol elevado.
- Conductuales: Problemas de sueño, alteración de la conducta alimentaria, aislamiento o problemas en las relaciones sociales.
Un estado continuo de ‘alerta’ por culpa del miedo repercute en nuestra salud. Podemos aprender herramientas para apoyar a nuestro sistema nervioso parasimpático mediante técnicas como la respiración consciente [estate atento a nuestro BLOG, ya que hablaremos de esto en próximos artículos]. Debemos aprender a distinguir amenazas mediante preguntas clave.
Esto que estoy viviendo, ¿es una amenaza real? ¿Es algo que pueda solucionar? ¿Por qué supone una amenaza para mí?
De este modo, podemos apoyar nuestro proceso con cambios en el estilo de vida. Puedes ver algunos ejemplos de actividades que te pueden ayudar a volver a tu equilibrio haciendo click aquí.
¿Cómo es tu relación y respuesta al miedo?
Referencias:
Anatomía y movimiento humano. Estructura y funcionamiento | Nigel Palastanga, Derek Field, Roger Soames | Editorial Paidotribo, 2007
Psicología |David G. Myers | Ed. Médica Panamericana, 2006
El miedo en el cerebro humano |